Corazón remendado

Intentando descubrir los entresijos de tu mirada me sorprendo ahora, quieta, sosegada, al abrigo de la luz mortecina de una luna enmarañada.
No sé si ese tintineo al mirarme es el puro reflejo del amor que sientes o si es otro de tantos espejismos que me han acompañado en estos años.
Desearía no dudar, lo juro.
Pero tengo el corazón remendando y me da miedo que tires de él y te quedes con un pedazo en la mano, abandonando en mí el resto.
Vuelve a mirarme... ámame luego.
Correré el riesgo.

Recordé a mi abuelo

Iba a iniciar mis andanzas por estos lares de otro modo, de otra forma, de otra manera... pero leí unas palabras que me hicieron escribir lo que a continuación os muestro. Así pues, gracias a aquel que desconozco, pero que me hizo recordar a mi abuelo.

A medida que los versos

sucedían ante mis ojos
desaparecían mis enojos
y volvían los recuerdos.
Yo también lo perdí
y aunque 4 años han pasado
de él no me he olvidado
y hoy ha vuelto a mí.
Me has llenado de emoción
con cada verso leído
y comparto lo que has sufrido
pues yo también le llevo... en mi corazón.